martes, 30 de abril de 2013

Las duchas de la muerte


Todavía no he visto en Brasil un calentador de agua. Sí, esa máquina eléctrica o a gas que lleva el agua caliente a toda la casa. En este país, el agua caliente sólo llega a la ducha a través de un chuveiro eletrico, quedándose el resto de los grifos tan solo con agua fría.

Ni en mis peores sueños me imaginaba un aparato que en tan poco espacio juntase agua y electricidad. La ducha en cuestión es un aparato de plástico que se conecta a la red eléctrica y calienta automáticamente el agua. El proceso de calentado, a decir verdad, tampoco permite muchos matices, las duchas tienen tres botones: apagado, modo verano y modo invierno.

El principal problema de las duchas en cuestión es que están instaladas con mucha desgana. Por poner ejemplo, aquí tenéis una foto de una de las cinco duchas que hay en mi casa, donde podemos ver la bonita combinación de cables eléctricos y agua.

El grifo de mi ducha con sus bonitos cables de la muerte


Sobre la peligrosidad real de este aparato, una investigación de la Universidad de Pernambuco afirma que cada tres días muere en ese estado una persona electrocutada mientras se ducha.

Más información:

Mulher morre eletrocutada no banheiro de casa

Niña de 9 años muere tras recibir una descarga eléctrica en San Bernardo

jueves, 25 de abril de 2013

O trote


Los actos para recibir a los nuevos estudiantes universitarios tienen en Brasil una gran importancia. Desde la semana anterior al inicio de las clases la universidad organiza actos para recibir a los calouros (novatos). Al igual que ocurre  en los colegios mayores de España, los estudiantes reciben a los estudiantes con bromas-putadas-novatadas. Estas son diferentes en cada carrera, variando también el nivel de mala leche de las mismas. Ocurre, eso sí en todas las carreras, que los veteranos pintan los cuerpos de los calouros y que estos sean medio forzados a pasearse por la ciudad pidiendo dinero, que después se gasta organizando una fiesta para toda la carrera. No os creáis que piden poco dinero, el precio medio de una de estas fiestas es de 6.000 R$, unos 2.300€, por lo que cada calouro tiene que conseguir recaudar alrededor  de 100€



Creedme que para un europeo que no sabe de que va el tema, que se te acerque alguien en tu primer día en Río pidiéndote dinero, sin camiseta y con el cuerpo pintado con témperas con los colores de la bandera de Brasil da, como poco, miedo.






lunes, 22 de abril de 2013

Limpiar las calles


Si Ana Botella ya consideraba en 2010 a los mendigos un estorbo, en Rio de Janeiro la situación parece ser similar. Con la cercanía de la Copa Confederaciones, la visita del Papa, el mundial de futbol o las Olimpiadas, la Prefeitoria de Rio y el Gobierno Federal están haciendo un esfuerzo por cambiar la imagen que la ciudad proyecta.

Así, las infraestructuras necesarias para la llegada de tales eventos, como la ampliación del metro o la ampliación del estadio de maracanã - y la polémica con la expulsión de los indios de la aldea indígena allí situada -, se acompañan de medidas para aumentar la seguridad de la ciudad y convertirla en un punto más atractivo para los turistas.

Además, se ha producido la pacificación de numerosas favelas en Rio y se han iniciado medidas para reducir el consumo de droga en la ciudad. Una de las medidas más recientes y más polémicas a este respecto es la decisión de internar obligatoriamente a los usuarios de crack que viven en las calles de Rio.

En Febrero, se inició la caza y captura de los usuarios de crack que vivían en la Avenida Brasil, la mayor de Rio. Ante la negativa de los usuarios de ser internados, la primera batida terminó con la muerte de uno de ellos, que fue atropellado cuando intentaba escapar de la Policía Militar.





El internamiento compulsório, además de producir un dilema ético y de no tener un consenso sobre su efectividad para la desintoxicación de los usuarios de droga, es en este caso especialmente inoportuno. El Estado de Río no cuenta a decir verdad con suficientes recursos para atender a los internados. En la mayoría de las ocasiones estos acaban siendo internados en centros donde no hay recursos para su atención, masificados, con vigilancia casi policial y donde se continua consumiendo droga. 

La operación es, en realidad, más de estética ante la llegada de turistas que un intento real de abordar el problema de la droga en Río. Prueba de esto es el especial interés en apartar a los usuarios de crack de las zonas más turísticas, como la zona Sur, que comprende los barrios de Copacabana y Ipanema. Sin embargo, ni siquiera esto se ha conseguido, puesto que los usuarios de crack continúan concentrándose en numerosos puntos de la Avenida Brasil.